Corta las papas en cubos y ponlas a hervir hasta que estén casi cocidas. Escúrrelas bien y deja enfriar. Calienta aceite en una sartén a fuego medio-alto y agrega las papas. Fríelas hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 8-10 minutos. Saca del fuego, agrega sal y pimienta al gusto y reserva.
Pela y pica finamente los ajos y colócalos en un mortero. Agrega la yema de huevo, la mostaza y una pizca de sal, y usa un batidor para mezclarlo bien. Lentamente agrega el aceite de oliva mientras bates vigorosamente hasta que se forme una salsa espesa. Agrega el jugo de limón y bate nuevamente. Si es necesario, agrega más sal o jugo de limón para ajustar el sabor.
Llena una cacerola con agua y agrégale una pizca de sal. Póngela a fuego medio y deja que el agua llegue a un hervor suave. Rompe cada huevo en un tazón pequeño. Revuelve el agua con una cuchara para hacer un remolino suave y agrega los huevos uno por uno. Cocina los huevos por 3-4 minutos, o hasta que las claras estén cocidas y las yemas cremosas.
Pela la cebolla y córtala en tiras finas. Calienta aceite en una sartén a fuego medio-bajo y agrega la cebolla. Cocina durante 10-15 minutos hasta que estén doradas y blandas. Saca del fuego y reserva.
Sirve las patatas bravas en un plato, y pon los huevos escalfados encima. Agrega las cebollas salteadas en la parte superior y una generosa cantidad de alioli. Sirve caliente y disfruta.
Huevos escalfados con patatas bravas y alioli es una receta deliciosa, fácil de hacer y una excelente opción para el desayuno o brunch. El alioli casero resalta el sabor de los huevos y las papas, mientras que el huevo poché agrega una textura única. Pruébalo y disfrútalo en casa con familiares y amigos.