Corta los tomates, el pimiento verde, la cebolla, el ajo y el chile serrano en trozos pequeños. En una sartén, calienta una cucharada de aceite de oliva y añade los vegetales cortados. Cocina a fuego medio hasta que estén suaves.
Agrega el caldo de pollo, el comino molido, el orégano y la sal. Deja cocinar todo por 10 minutos a fuego medio-bajo.
Retira del fuego y deja que se enfríe por unos minutos. Después, licúa todo hasta obtener una salsa suave y homogénea.
Calienta una sartén a fuego medio-alto con una cucharada de aceite de oliva. Coloca las tortillas en la sartén para que se calienten. Resérvalas en un plato caliente.
En la misma sartén, añade otra cucharada de aceite de oliva y deja que se caliente. Agrega los huevos uno por uno y cocínalos al gusto. Si deseas, puedes cocinar los huevos en diferentes formas, como revueltos o fritos.
Coloca una tortilla en un plato y añade un huevo encima. Vierte salsa de tomate sobre el huevo y repite con los demás huevos y tortillas.
Sirve los huevos rancheros con frijoles refritos, aguacate picado, crema y cilantro fresco. ¡Disfruta!
Los huevos rancheros son un plato de desayuno mexicano tradicional que se compone de huevos fritos servidos sobre tortillas y bañados en una salsa de tomate picante. Es un plato muy popular en México y también es fácilmente adaptable en otros países.
La salsa de tomate casera le da un sabor fresco y auténtico al plato y es fácil de preparar en casa con ingredientes simples. Puedes ajustar el nivel de picante de la salsa de tomate a tu gusto.
Los huevos rancheros también se pueden personalizar con diferentes acompañamientos, como aguacate, crema agria, queso rallado o cilantro fresco. Si quieres un desayuno abundante y delicioso, prueba esta receta de huevos rancheros con salsa de tomate casera. ¡Seguro que será un éxito!