Limpia y corta los espárragos en trozos pequeños y reserva las puntas. Calienta una sartén grande a fuego medio-alto con una cucharada de aceite de oliva y agrega los espárragos. Cocina los espárragos durante 5-7 minutos hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.
Corta la cebolla en cubos pequeños y pica el ajo. En la misma sartén donde se cocinaron los espárragos, agrega otra cucharada de aceite de oliva y saltea la cebolla y el ajo durante 3-4 minutos hasta que estén suaves y translúcidos.
En un tazón grande, bate los huevos con una pizca de sal y pimienta hasta que estén bien mezclados. Agrega la leche, el queso parmesano rallado y la mitad del queso feta desmenuzado y mezcla bien.
Agrega los espárragos, la cebolla y el ajo salteados a la mezcla de huevo y revuelve todo bien. Vierte la mezcla de huevo en la misma sartén donde se cocinaron los espárragos y cocina a fuego medio-bajo durante 8-10 minutos hasta que el fondo esté dorado.
Una vez que la parte inferior esté dorada, coloca la sartén en el horno precalentado a 375 grados Fahrenheit y cocina durante otros 8-10 minutos hasta que la parte superior esté dorada y los huevos estén completamente cocidos.
Cuando esté lista, saca la frittata del horno y deja enfriar por unos minutos. Desliza una espátula alrededor del borde de la sartén para soltar la frittata y transfiérela a un plato. Espolvorea el resto del queso feta desmenuzado por encima y sirve caliente.
Esta frittata de huevo con espárragos y queso feta es una opción deliciosa para un desayuno o brunch. Es una receta fácil de hacer y se puede personalizar con tus ingredientes favoritos. Asegúrate de cocinar los ingredientes a la perfección antes de mezclarlos con los huevos para obtener la mejor consistencia. ¡Disfruta!