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Huevos rancheros con cheddar y crema agria

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Introducción

Los huevos rancheros son un platillo típico de la cocina mexicana que se disfruta en cualquier momento del día. Esta receta en particular es una variación que incluye queso cheddar y crema agria para darle un toque extra de sabor y cremosidad. Es muy fácil de preparar y perfecta para consentir a tus seres queridos en cualquier ocasión.

Ingredientes

  • 4 huevos
  • 4 tortillas de maíz
  • 1 lata de frijoles negros refritos
  • 1 tomate grande picado en cubos pequeños
  • 1/2 cebolla picada
  • 1 diente de ajo picado
  • 1 chile serrano picado (opcional)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 taza de queso cheddar rallado
  • 1/4 taza de crema agria
  • Cilantro fresco picado, al gusto
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación

Paso 1: Preparar la salsa

En una sartén, calentar el aceite de oliva a fuego medio y agregar la cebolla, el ajo y el chile serrano picados. Saltear durante unos minutos hasta que estén suaves y dorados. Agregar el tomate picado y cocinar por otros 5 minutos hasta que se suavice y forme una salsa.

Paso 2: Preparar los frijoles refritos

En otra sartén, calentar los frijoles refritos durante unos minutos. Agregar un poco de agua si se sienten muy espesos.

Paso 3: Preparar los huevos

En otra sartén, calentar un poco de aceite y cocinar los huevos durante unos minutos hasta que la clara se cocine y la yema quede aún líquida.

Paso 4: Preparar las tortillas

Calentar las tortillas de maíz en una sartén o en el horno.

Paso 5: Armar el platillo

En un plato, colocar una tortilla de maíz. Encima, colocar una porción de salsa, una porción de frijoles refritos, un huevo cocido y queso cheddar rallado al gusto. Agregar una cucharada de crema agria encima y decorar con cilantro fresco picado. Repetir el proceso para preparar el resto de los platillos.

Conclusión

Los huevos rancheros con queso cheddar y crema agria son una deliciosa variación del platillo tradicional mexicano. Es un platillo económico, fácil y rápido de preparar, además de ser muy versátil. Puedes servirlos para desayunar, comer o cenar. Acompáñalos con una taza de café o té y disfruta de una comida deliciosa. ¡Buen provecho!